¿Qué hace que un proyecto sea exitoso?
¿La satisfacción del beneficiario o cliente? ¿Estar a tiempo? ¿Minimizar los cambios en la infraestructura o capacidad de producción instalada para optimizar lo que ya hemos invertido? ¿Estar dentro del presupuesto?
La gestión de proyectos se centra en la capacidad de entregar el producto (o realizar una actividad o servicio en el caso de las organizaciones sin fines de lucro) del proyecto en: alcance, tiempo, costo y calidad.
Pero… ¿acaso no hay muchos otros requisitos para una buena gestión de proyectos? Por ejemplo, algunos relacionados con la capacidad de controlar el nivel de incertidumbre en el mismo, algunos relacionados con el establecimiento y mantenimiento de canales de comunicación adecuados, y… mucho más.
Todo ello hace evidente que sobre el alcance, el tiempo, el costo y la calidad se establece un sistema de restricciones para el Líder del proyecto, quien está llamado a administrar un conjunto de elementos interrelacionados de muy diferente naturaleza, en un contexto que suele limitar el grado de libertad que se puede ejercer.
Entonces…
De un tiempo a esta parte, se han mencionado libros como “Inteligencia Emocional” y otros tantos por el estilo, que demostraron o señalaron que además de la capacidad técnica, infraestructura, ejecución y objetivos claros en el área de bienes y servicios, que se reducían a la producción con celeridad y calidad, había otros “ítems” a tener tan en cuenta como aquellos.
Fue así que se empezó a evaluar la necesidad de que los Equipos Líderes contaran con buen manejo de habilidades blandas, comunicación, liderato, gestión de conflictos, y cientos de etcéteras, pues alrededor de los pilares de la producción había muchos espacios que cubrir, para que las cosas funcionaran de la mejor manera posible y mejoraran a lo largo del tiempo.
Así aparece la sustentabilidad de la empresa y su modelo de gestión y producción, pues con tener un gerente o dirigente impecable en cuanto a su conocimiento técnico no alcanzaba. Se necesitaba de éste, además de saber de su campo todo lo que requería el puesto, que sea humanamente una buena persona y un buen líder.
¿No estaremos pidiendo mucho?
Efectivamente, a quienes dirigen un emprendimiento dentro del ámbito de una empresa o dentro de una organización motivada por ideales, a veces les pedimos mucho. Pero en hora buena, porque gracias a estos requerimientos es que personas como quien escribe y espacios como el que representamos somos requeridos. Porque ayudamos en esas habilidades que sabemos que tenemos que saber, pero que muchas veces no nos enseñan ni en la escuela, ni en la formación profesional, ni en la universidad.
Ojo, ahora se han desarrollado muchos masters y post-grados para incorporar dichas habilidades, lo cual aplaudimos. Pero en la formación de base… a veces, no siempre, se hace agua. Algo para reflexionar y un campo en el que debemos trabajar.
Ahora bien, ¿Cuál es el propósito del posteo de hoy, además de describir una situación conocida, en general, por varios de nuestros lectores? Como siempre, darles herramientas de gestión institucional inteligente que nos sirvan para la vida de nuestra organización.
Vamos por unas ideas, ¿vale?
Escucha activa:
Tal y como lo establecen varios especialistas, entre los que nos encontramos, hay una gran diferencia entre escuchar y oír. Saber escuchar es muy importante en la comunicación con otras personas y la gestión de proyectos no es la excepción.
No siempre somos conscientes, en ocasiones pasamos más tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.
Escuchar en forma activa es más que prestar atención a las palabras que salen de la boca de la otra persona que tenemos delante. Reside en ser plenamente consciente de las emociones y el lenguaje no verbal que la otra persona intenta comunicar. La escucha activa es realmente importante a la hora de comunicarnos de manera efectiva con otras personas. Y por lo tanto, deviene en una habilidad imprescindible para aprender y aprehender al iniciar un proyecto en su punto cero.
Asertividad
Según un artículo publicado por Juan Armando Corbin, la asertividad es una habilidad social muy importante por muchos motivos. La persona asertiva expresa su opinión de manera apropiada y defiende su punto de vista, siempre respetando la opinión de los demás. Así pues, la asertividad es clave para comunicarse de manera eficiente con otros individuos, pero también para nuestro propio bienestar emocional.
José Antonio García Higuera, dice que la Asertividad se define como: «la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás”.
Entonces, ¿Cómo lograremos alcance, tiempo, costo y calidad si el jefe de proyecto no es asertivo? Ahora bien ¿todos aprendemos técnicas para esto y nos entrenamos o vamos aprendiendo al caminar?
Validación emocional
La validación emocional, dicho en muy pocas palabras, es el entendimiento y expresión de la aceptación de la experiencia emocional de la otra persona. Eso que a algunas generaciones les cuesta un poco expresar y asumir, no solo las de las demás personas sino las propias. Ello, confirman los expertos, mejora las relaciones interpersonales puesto que la otra u otras personas interlocutoras se sienten comprendidas y reconocidas.
Cuando una persona de nuestro equipo de trabajo siente que está siendo entendida emocionalmente, su confianza hacia el grupo humano que la rodeo en su quehacer de todos los días aumenta y es capaz de abrirse. Quiere decir que puede verbalizar lo que piensa y siente.
Nuevamente, una habilidad que es imprescindible para crear una buena relación con las demás personas con las que se interactúa en función de un proyecto que aspira a ser exitoso y que está en su punto de inicio.
¿Nos animamos con un comentario extra?
¿Qué hace que un proyecto sea exitoso? Esta pregunta quedará bien respondida siempre que se haga referencia a la “dirección por proyectos” que no solo toma en consideración los elementos de validación puros y duros, sino también aquellos que van más allá de lo que se conoce como el triángulo de acero o de hierro.
El triángulo es el del alcance, el tiempo y el costo, y en la cúspide, cual si fuera una pirámide: la calidad.
Ahora bien, sabemos que un líder técnicamente impecable, pero carente de consciencia de grupo o sin habilidades sociales fracasa. ¿Por qué? Por todas estas cosas que, entre otros, enseñamos nosotros, y la gestión por proyectos que ahora debe desarrollarse indefectiblemente desde un modelo organizativo “humanista e integrador”.
¡¿Que, que, qué?!
Así es. Aquellas organizaciones que reconozcan y adopten sistemas de gestión institucional de abordaje asertivo de situaciones percibidas como potenciales conflictos e incorporen las habilidades y disciplinas que integran dichas materias a su talento para producir valor, dependerá, en gran medida, su capacidad para ejecutar buenos proyectos y gracias a ello ser sustentables.
A partir de este enfoque, el interés se desplaza de la competencia limitada para entregar el producto (o realizar un servicio) del proyecto, a una visión ampliada en la que los proyectos se consideran los facilitadores del cambio y los beneficios organizacionales asociados son muchísimos más.
Una visión compartida -pues esto no lo puede incorporar solo el líder o un miembro del equipo que fue un fin de semana a un taller de management-, en la que las carteras de proyectos se consideran una forma en que la organización crece en otras áreas que suman valor a sus individuos, al grupo humano, al equipo como tal y en conjunto a la empresa u organización, se traduce en la ejecución hiper pragmática de su plan estratégico, convirtiéndolo en esfuerzos tangibles.
Aquí nos despedimos hasta la próxima semana.
Llegamos a los cien (100) posteos para que cada semana del año su Leading Team tenga algo con qué inspirarse.
¡Todos los viernes, aquí mismo, sí, encontrará algo nuevo!
Así como los deportistas de alto rendimiento cuentan con un personal trainer, los emprendedores de altas aspiraciones nos contratan para cambiar el punto de vista desde el cual observan, sienten y hablan de su progreso. Contáctenos ahora.
Consultoría en Análisis Organizacional – de CANO MANAGEMENT ORGANIZACIONAL
¿Qué puedo hacer para su Empresa? – de CANO MANAGEMENT ORGANIZACIONAL
Estamos buscando el apoyo de 10.000 lectores. Comparta nuestra publicación semanal y las cien anteriores con toda organización que usted considere que lo necesita y contáctese con nosotros para formalizar una micro-donación de un dólar al mes a fin de sostener nuestra labor.
Muchas gracias.
Excelente artículo, muy útil para todas las personas y no sólo para los que tienen la conducción grupos humanos.
Muchas gracias!
Me gustó mucho este artículo. Destaco la importancia de la validación emocional para mejorar las relaciones interpersonales y que ahora la gestión por proyectos debe desarrollarse indefectiblemente desde un modelo organizativo humanista e integrador. El mundo está cambiando, debemos adaptarnos a nuevas y mejores formas de hacer las cosas.
«No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio». Charles Darwin.
Como siempre, muchas gracias por el aporte, excelente. Efectivamente dos temas en los que el análisis organizacional está teniendo tendencia es: a) la sostenibilidad de los emprendimientos sociales o con fines de lucro a lo largo del tiempo (esto no es novedad, desde la crisis financiera de 2008 para aquí esto es una ardua labor de todos los actores, hablando de los serios y responsables, claro), y b) hoy en día mi iniciativa de construir departamentos de recursos humanos (en ambos espacios con y sin fines de lucro) humanistas e integradores, porque sin ello en este entorno post-pandemia y con una guerra en desarrollo, aprenderemos a los golpes que tenemos que cuidarnos más todos, entre todos y a todos. Muchas gracias.-