
La mentalidad de apertura y sed de conocimiento en la dirección de empresas turísticas: Lecciones de la Edad Media
La historia nos ofrece valiosas enseñanzas sobre cómo la apertura al conocimiento y la adaptación de innovaciones externas pueden ser catalizadores del progreso y el éxito. Un ejemplo paradigmático es la Europa medieval, una época que, lejos de ser un periodo de estancamiento, fue testigo de significativos avances tecnológicos y culturales gracias a la disposición de sus sociedades para asimilar y perfeccionar ideas provenientes de otras regiones. Este fenómeno, que inspira el artículo de hoy, ha sido destacado por el historiador Fernando Díaz Villanueva en su podcast «La ContraHistoria», donde subraya cómo la Europa medieval adoptó y mejoró inventos como la pólvora, el papel y la imprenta de tipos móviles, originarios de otras culturas, transformándolos en pilares de su propio desarrollo.
Esta actitud de apertura y sed de conocimiento es especialmente relevante para los Directores de Empresas en el sector turístico contemporáneo, donde la capacidad de integrar prácticas innovadoras, provenientes de otras latitudes, investigar, innovar y adaptarse a nuevas tendencias, puede resultar crucial a la hora ofrecer experiencias únicas y competitivas a los viajeros.
Innovaciones medievales: Integración y transformación de conocimientos externos
Durante la Edad Media, Europa no solo adoptó tecnologías extranjeras, sino que las perfeccionó e integró en su propio desarrollo. La pólvora, originaria de China, fue transformada en armas de fuego que revolucionaron las tácticas militares europeas. El arcabuz, por ejemplo, desarrollado en España en el siglo XV, marcó un hito en la historia bélica al ser capaz de perforar armaduras pesadas, superando a las armas tradicionales como espadas y arcos. De manera similar, el papel, también de origen chino, facilitó una difusión más amplia del conocimiento, y la imprenta de tipos móviles, aunque inspirada en técnicas asiáticas, fue desarrollada por Johannes Gutenberg en el siglo XV, desencadenando una verdadera revolución en la comunicación y el aprendizaje.
Estos ejemplos ilustran cómo la disposición para adoptar y mejorar innovaciones externas puede conducir a avances significativos. Las sociedades que mostraron una mentalidad abierta y una sed insaciable de conocimiento lograron no solo sobrevivir, sino prosperar en tiempos de cambio.
Paralelismos con el sector turístico moderno
En el ámbito del turismo, la adopción de una mentalidad similar es esencial. Los viajeros modernos buscan experiencias auténticas y personalizadas, y las empresas que se destacan son aquellas que están dispuestas a explorar nuevas ideas y tecnologías para satisfacer estas demandas. Por ejemplo, la incorporación de herramientas digitales avanzadas, como aplicaciones móviles para reservas o realidad aumentada para recorridos virtuales, puede mejorar significativamente la experiencia del cliente.
Además, la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en las decisiones de viaje. Empresas que adoptan prácticas ecológicas innovadoras, como su espíritu colaborativo con la comunidad local, el uso de energías renovables o la implementación de programas de conservación, no solo contribuyen al bienestar social y del planeta, sino que también atraen a un segmento creciente de viajeros conscientes del medio ambiente social y natural.
Innovación abierta y colaboración intercultural en el turismo
La innovación abierta, definida por Chesbrough (2006) como «el uso de entradas y salidas intencionales de conocimiento para acelerar la innovación interna y ampliar los mercados para el uso externo de la innovación», es particularmente relevante en el sector turístico. Las empresas turísticas pueden beneficiarse al ser receptivas a ideas tanto internas como externas, colaborando con investigadores, funcionarios públicos, empleados de la organización, otras empresas y clientes para desarrollar soluciones innovadoras.
Un ejemplo de esta colaboración es el convenio firmado entre el Departamento de Educación, Cultura y Deporte y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca para fomentar la innovación gastronómica en el Centro de Innovación Gastronómica de Aragón (CIGA). Este acuerdo busca desarrollar proyectos que promuevan una gastronomía saludable, sostenible y de calidad, involucrando a investigadores y profesionales del sector.
Formación continua y gestión del capital humano
La formación continua es otro pilar fundamental en la gestión de empresas turísticas. Según Duhigg (2019), la innovación es un fenómeno colectivo que forma parte de un proceso constante dentro de la organización, derivado de la experiencia, el aprendizaje del fracaso y los hábitos organizacionales. Fomentar una cultura de aprendizaje constante dentro de las organizaciones permite a los equipos adquirir nuevas habilidades y conocimientos, esenciales para adaptarse a un entorno en constante cambio.
Sin embargo, involucrar al capital humano en la creación, desarrollo y adopción de una cultura de innovación puede ser complejo. Las condiciones de temporalidad, informalidad, bajos salarios y alta rotación afectan el conocimiento tácito acumulativo de la organización. Por ello, es esencial implementar estrategias que promuevan la estabilidad y el desarrollo profesional de los empleados, reconociendo su papel crucial en el proceso innovador.
Economía del conocimiento y especialización en el turismo
La evolución de la economía del turismo hacia una economía del conocimiento es una tendencia destacada por expertos en el sector. Inmaculada Benito, directora de Turismo, Cultura y Deporte de CEOE, señala que la sofisticación de la cadena de valor turística actual requiere una especialización que abarca tecnología, sostenibilidad, seguridad y otros aspectos. Esta transformación implica que profesionales de diversas disciplinas, como ingenieros, tecnólogos, sociólogos y médicos, formen parte de las organizaciones turísticas, aportando conocimientos especializados que enriquecen la oferta y mejoran la competitividad.
Casos prácticos de innovación en el sector turístico
Un ejemplo concreto de innovación en el sector turístico es el proyecto ‘Twinned by Stars’ en Canarias. Esta iniciativa combina turismo, ciencia y tradición al permitir a turistas y navegantes aprender a orientarse utilizando únicamente el cielo estrellado, sin tecnología moderna. Con la colaboración de la Fundación Starlight, se ofrecen rutas náuticas certificadas que garantizan una experiencia de baja contaminación lumínica, diversificando y enriqueciendo la oferta turística de la región.
Disney en Florida: una lección de apertura intergeneracional
Otro ejemplo brillante de cómo la apertura al conocimiento y la innovación en la gestión del capital humano pueden generar beneficios tangibles lo ofrece Disney en sus parques temáticos de Florida. La compañía, reconocida mundialmente por su excelencia en experiencia al cliente, ha implementado desde hace años una política activa de contratación de adultos mayores, también conocidos como «senior cast members». Lejos de concebir el envejecimiento como una limitación, Disney valora la experiencia, la calidez humana y la estabilidad emocional que estos trabajadores aportan. Muchos de ellos son jubilados que desean mantenerse activos y encuentran en este entorno un espacio estimulante para seguir contribuyendo. En roles como atención al cliente, guías o personal de apoyo logístico, su aporte resulta especialmente significativo, ya que transmiten cercanía, paciencia y conocimiento profundo del parque, enriqueciendo así la experiencia del visitante.
Esta práctica, no solo fomenta la diversidad generacional en el entorno laboral, sino que demuestra cómo una empresa puede innovar en sus políticas de recursos humanos para generar valor añadido. En un mundo que envejece progresivamente, integrar a personas mayores en el sector turístico no solo es un acto de responsabilidad social, sino también una estrategia inteligente. Así como en la Edad Media se valoraba el saber acumulado y se incorporaban ideas sin importar su origen, Disney recuerda que todo conocimiento –venga de la juventud o de la experiencia– puede y debe tener un lugar si se busca la excelencia.
¿Y si el problema no es que no sabemos… sino que no queremos que nadie nos diga cómo hacerlo mejor?
La historia nos enseña que la apertura al conocimiento y la disposición para adoptar y adaptar innovaciones externas son claves para el progreso. Los líderes de equipos y directores de empresas turísticas que emulan esta mentalidad de curiosidad y adaptabilidad están mejor posicionados para enfrentar los desafíos de un sector tan cambiante como el nuestro.
Pero hay algo aún más difícil que aprender cosas nuevas: revisar lo que ya creemos saber.
La verdadera innovación comienza cuando somos capaces de hacernos preguntas incómodas. ¿Estoy gestionando a mi equipo con apertura o con rigidez? ¿Sigo prácticas heredadas que ya no funcionan, solo porque “así se ha hecho siempre”? ¿Me incomoda que alguien sugiera una forma distinta de hacer las cosas, aunque venga con argumentos sólidos?
En de Cano Management creemos que las buenas preguntas abren puertas. Por eso, te invitamos a repasar tus prácticas actuales y a preguntarte:
¿Estoy liderando desde la apertura al cambio, o desde la comodidad de lo conocido?
Si algo de lo que leíste hoy resonó contigo, te animamos a dejar tu opinión en los comentarios, compartir este artículo con colegas, o escribirnos. Empecemos una conversación honesta sobre cómo evolucionar juntos, como profesionales y como empresas. Porque lo que nos trajo hasta aquí, no nos garantiza llegar más lejos.