Desarrollar la Bondad

Una humilde invitación a ser buenas personas, en las organizaciones, en la vida En tu vida el desarrollo de un talento es importante, el dinero tiene su importancia, el trabajo y tu cargo es importante. Pero al final, final, final de todo, lo más importante es que hayas logrado ser una buena persona. Inspirados por una charla dada por Victor Küppers, sobre «el valor de tu actitud», nos animamos a tomarlo de fuente y trasladar las tres primeras ideas que expuso respecto de lo que es importante para ser felices en esta vida. Lo dijo como respuesta para transmitir a los hijos y nosotros lo orientamos a las organizaciones. Este concepto empieza por ser conscientes de la necesidad de sensibilizarnos frente a la realidad que nos rodea. Una persona que duerme en la calle o que busca de comer en un contenedor de basura, si no nos conmueve, no implica que seamos malas personas, pero si que nos hemos insensibilizado. Entonces, primer idea fuerza: seamos cuidadosos de no estar en nuestro trato con los demás miembros de la organización siendo inhumanos, a fuerza de ver los problemas organizacionales de siempre y no a la persona detrás de lo que tengamos que resolver día a día. No deberíamos ser insensibles frente al sufrimiento ajeno, porque eso es lo que nos hace buenos, particularmente nos hace buenos líderes. A partir de aquí se despierta en nosotros la inquietud por ayudar a los demás, evoca en nosotros la compasión. Y qué es lo que se reclama al management empresarial hoy en día, sino la acción del líder por motivar a sus quipos a poner su pasión al servicio de la labor. Y ¿cómo vas a lograrlo si no contienes en este sentido a quienes dependen de ti? No perder nunca la alegría Dice el especialista en psicología positiva que el ser alegre ayuda mucho. No se hace referencia a ser un payaso, chistoso o gracioso, que puede serse, claro está, aunque no iría por ahí la cosa. La «alegría de vivir» en la organización no sería un tema genético, más bien es algo que se aprende, se desarrolla, valorando lo positivo antes que lo negativo. Cuando las personas integrantes de nuestro equipo son alegres, la coordinación y relaciones de ese grupo humano de trabajo -en nuestro caso-, entre sí y con los demás funciona mejor. Claro que en la empresa o en nuestra actividad de voluntariado la vida organizacional tiene cosas que nos gustan y cosas que no nos gustan. Pero en las relaciones personales de liderazgo uno genera menos conflictos siendo alegres. Simple. Ahora bien, muchas veces en el trabajo, en la OMI, se generan entornos donde cuesta encontrar personas alegres. A las 8 de la mañana tan solo con decir buenos días, alguien nos responderá: «muy buenos días, ¿cómo estás tú?» y otro nos dirá «¿qué tienen de buenos?». Bien, frente a esta disyuntiva, personas líderes de organizaciones, sepan que el ser alegres funciona mejor y contribuye a la idea que inspira el artículo: aprender a desarrollar la bondad. Por experiencia, cuando recorremos el camino del día a día de un trabajo, de una organización, de una entidad, y lo hacemos con alegría la vida es increíble, tal y como dice el profesor al que seguimos hoy. En cambio, cuando estamos de mal humor, la vida simplemente es una M***. Deberíamos luchar para vivir con alegría, la vida ya nos va a dar más de un motivo para amargarnos el día, por supuesto, hay motivos para perder la alegría, cosas trágicas, pero si el entorno de personas con que trabajamos en nuestro Equipo Líder se han vuelto mustias, tú estás invitado a producir un cambio consciente. Trata de hacer de manera extraordinaria las pequeñas cosas ordinarias La vida de los Equipos Líderes de Trabajo es simple, el problema es que a todos nos gusta complicarnos. Entonces la «magia» de una persona líder de una organización, sea esta con o sin fines de lucro, no se puede basar en hacer solamente cosas extraordinarias Más bien, deberíamos invitar a nuestros equipos a que traten de hacer de manera extraordinaria las pequeñas cosas ordinarias. Porque es probable que allí esté la diferencia entre las personas grandes y las mediocres. Más que en hacer una cosa extraordinaria, o «exigirle» a nuestros dependientes que obtengan muchos logros exageradamente buenos, puede que vaya mejor probar con hacer las pequeñas cosas ordinarias de manera absolutamente extraordinaria. Entonces Como personas líderes de equipos de trabajo de organizaciones, invitamos a que observes y motives o formes colaboradores que sean: buenas personas, bondadosos, que tengan esa sensibilidad por ayudar a los demás, por percibir el sufrimiento ajeno; personas alegres, y que en su día a día con el trabajo que hagan, más importante o menos importante, se dediquen a hacer cosas extraordinarias en esas pequeñas cosas ordinarias de cada día. Con estas tres ideas los resultados positivos en tu entidad de voluntariado social o los números positivos en tu empresa, deberían poder darse por maduración y sin empellones. AQUÍ NOS DESPEDIMOS HASTA LA PRÓXIMA PUBLICACIÓN. SU LEADING TEAM ENCONTRARÁ ALGO EN NUESTRA ALFORJA CON QUÉ INSPIRARSE PARA ESTE VIAJE DEL DESCUBRIMIENTO. ¡DÉJESE SORPRENDER! 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