DISEÑO DE PROYECTOS (parte 1)

Comienza con una evaluación exhaustiva del problema que está abordando y termina con un plan detallado, basado en evidencia, creativo y convenientemente articulado Cuanto más invirtamos al principio del ciclo del proyecto, mejor estaremos preparándonos para el éxito La fuente de nuestro artículo de hoy es una publicación de diciembre de 2020 de Genevieve Drouin. Este proceso permite comprender más a fondo las necesidades que se pretenden abordar y ayuda a diseñar y desarrollar estrategias más apropiadas y efectivas para atender a esas necesidades. A menudo se confunde al desarrollo de una propuesta con el diseño de un proyecto. Sin embargo, escribe la autora, un proyecto bien diseñado va más allá de los requisitos de una propuesta promedio. Si bien las organizaciones invierten una cantidad significativa de tiempo en el planteo de propuestas, de manera recurrente existen grandes lagunas en las habilidades reales de diseño de proyectos tanto del Equipo Líder como de los grupos de Trabajo de las OMI. Esta carencia de herramientas limita la capacidad de las organizaciones para asegurarse la realización de una actividad de calidad, sostenible y con resultados positivos de largo plazo. CUATRO PASOS Se propone, entonces, esta guía paso a paso para la construcción de proyectos que se traducen en planificaciones más sólidas que aquellas que solemos hacer o tener en nuestras manos (en promedio). Como resultado: se aspira a un mayor crecimiento organizacional.  Estos pasos se pueden utilizar en cualquier dimensión que tenga el emprendimiento. Ya sea que se esté construyendo un pequeño proyecto de seis meses o una iniciativa compleja de varios años. uno: realizar una evaluación de necesidades Una evaluación de necesidades es un primer paso fundamental en el proceso de diseño. Constituye la base de la comprensión de un problema y de las capacidades únicas de la organización para abordarlo.  Una evaluación de necesidades tiene como objetivo capturar y expresar los hallazgos desde la perspectiva de las personas y la problemática de interés. Se debe comprender cómo la comunidad de la zona de influencia de la institución define y experimenta los desafíos específicos que enfrenta y las soluciones que necesita.  Estos datos a menudo se recopilan a través de fuentes primarias, como encuestas, grupos focales y entrevistas con personas clave de la comunidad o la institución (sea que se trate de un proyecto de puertas adentro o de puertas afuera). Asimismo existen fuentes secundarias, como por ejemplo evaluaciones de proyectos anteriores u otra investigación comunitaria que no fue tenida en cuanta por una Comisión anterior.  Los hallazgos Los hallazgos ayudan a informar y refinar la estrategia y el enfoque de un proyecto. Se debería realizar una evaluación de necesidades en la mayor medida posible antes de redactar una propuesta inicial para el proyecto.  Este paso a menudo se ve muy livianamente por la atención permanente de lo urgente por sobre lo importante. La falta de tiempo y recursos, la sensación que una organización ya conoce las necesidades de su población de interés, etcétera, son un clásico que se repite en muchos ámbitos.  Una evaluación de necesidades no debería ser necesariamente una operación grande y costosa para ser útil. Estamos invitados a utilizar nuestro mejor sentido común para mantener esta actividad en línea con nuestros recursos y la escala del proyecto al que se aspira.  Algunas preguntas que pueden hacerse en la evaluación de necesidades: ¿Cuáles son las mayores preocupaciones y necesidades de la comunidad en la que está inserta nuestra organización? ¿Cuál es la visión de futuro de la comunidad respecto de la OMI y de la OMI respecto de la comunidad? ¿Qué recursos (no hablamos de dinero aquí) existen ya sea en la comunidad o entre los beneficiarios y miembros de la Organización para ayudar a satisfacer esas necesidades y contribuir al futuro deseado de la comunidad? ¿Dónde hay brechas o lagunas de habilidades, recursos u otras áreas? ¿Cuáles son las habilidades de las que carece la OMI pero que estaría más predispuesta o mejor preparada para abordar? ¿Cómo se puede poner en funcionamiento un programa completo de capacitación para contar con especialistas en la problemática a solucionar a través de este proyecto? ¿Cuáles son los recursos materiales que se deben desarrollar? ¿Qué es probable que financien los padrinos convocados al efecto? ¿Cuál es el perfil del donante que podría apoyar esta iniciativa? dos: realizar un análisis de las partes interesadas En el sector voluntariado social, generalmente, estamos de acuerdo en que la colaboración es necesaria. Sin embargo, en la vorágine diaria por cumplir con una próxima fecha límite de un proyecto, a menudo no priorizamos ni invertimos calidad de tiempo en las relaciones personales con los miembros de la organización, los apoyos y la comunidad. Nos esforzamos por establecer vínculos una vez que se tienen los recursos y se está en plena acción o se ha iniciado la actividad de servicio. Sin embargo, cuanto antes nos involucremos con todas y cada una de las personas que pueden darnos una mano, dentro y fuera de la organización, y con todas las partes interesadas en el ciclo del proyecto, más se beneficiarán todos de estas relaciones durante el transcurso de un proyecto y más allá. Un análisis de las partes interesadas es una herramienta que se puede utilizar para mejorar los enfoques participativos y colaborativos.  El primer paso El primer paso es enumerar todas las partes interesadas que pueden estar involucradas en el proyecto de alguna manera. Esto puede incluir al gobierno, grupos comunitarios, expertos en la materia, investigadores y, por supuesto, la población de interés.  Haga de esta una verdadera lluvia de ideas con su equipo y fomente la creatividad. Piense más allá de los dirigentes, familias, beneficiarios o personas que habitualmente adhieren a su OMI.  ¿Cuáles son algunos vínculos únicos o poco probables? ¿Qué tipo de partes interesadas pueden ser importantes para ayudarnos a probar nuevas ideas o estrategias?  Una lista larga Una vez que tengamos una lista larga de partes interesadas, integrémosla priorizando aquellas que son más significativas para nuestra vocación de servicio.  El siguiente paso es reunirse con ellas. Si bien en persona es generalmente lo mejor, las