Buen Jefe, Mal Jefe ¿Quién lo sabe?

Los tres imperativos nos ayudarán a influir tanto en quienes trabajan con nosotros como en quienes se relacionen a través de la OMI sin estar al lado nuestro. Lo más importante es que proporcionan una hoja de ruta clara y procesable para nuestro viaje. Deberíamos dominarlos para convertirnos en Líderes de Equipo completamente efectivos. Maestría Personal Funcionar en nuestra red Trabajar en Equipo Estos imperativos son mucho más que simples competencias gerenciales distintivas. Son actividades estrechamente integradas. Lograr que las relaciones de nosotros con nosotros mismos, de persona a persona y en equipo sean atendidas es fundamental para construir una gestión y liderazgos institucionales que funcionen bien y brindar a los miembros de la OMI la atención personalizada que necesitan. Estamos buscando el apoyo de 10.000 lectores. 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Promediando el final de nuestra exposición pasada dejamos claro lo que implica la administración de nosotros mismos en lo que se conoce como el abordaje del primer imperativo y sobre la que alguna vez también hemos hablado, la maestría personal. ¿Vamos por los que siguen? Funcionar en nuestra red Un jefe de segmento de una organización, cuando salía de una reunión de un grupo de trabajo formado por sus compañeros, comentaba que había propuesto una nueva forma de manejar las actividades entre divisiones, que creía que aumentaría los resultados al alentar a cada división a realizar acciones cruzadas, integrándose de tanto en tanto unas con otras. En la reunión había presentado un caso bien investigado, cuidadosamente documentado, razonado e incluso convincente para la propuesta, que el grupo rechazó con muy poca discusión. «¿Con cuántas de estas personas hablaste sobre tu propuesta antes de la reunión? ¿Ninguna?” “¡Pero anticipé todas sus preguntas y objeciones!” “¡¿Es solo política!? Si no pueden ver lo que es bueno para la organización y para ellos, no puedo ayudarlos». Muchos Líderes de Equipo se resisten a la necesidad de operar de manera efectiva en los entornos políticos de sus organizaciones Consideran que la política es disfuncional —una señal de que la organización está rota— y no se dan cuenta que inevitablemente surge de tres características inherentes a todas las organizaciones: división del trabajo, que crea grupos dispares con metas y prioridades dispares e incluso conflictivas; interdependencia, lo que significa que ninguno de esos grupos puede hacer su trabajo sin los demás; y escasos recursos, porque puede haber grupos que compiten necesariamente por ellos (no hablamos solamente de dinero, claro está). Evidentemente, algunas organizaciones manejan la política mejor que otras Aunque el conflicto y la competencia entre grupos, en general, son inevitables. ¿Cómo se resuelven? A través de una sana influencia organizacional. Los grupos cuyos Líderes de Equipo tienen influencia tienden a obtener lo que necesitan. Desafortunadamente, muchos Líderes de Equipo enfrentan los conflictos tratando de evitarlos. «¡Odio la política de la organización!». «Déjame hacer mi trabajo». Pero los dirigentes eficaces saben que no pueden alejarse del abordaje de ésta arista. Con integridad y con buenos fines, involucran proactivamente a la organización para crear las condiciones para su éxito. Construyen y nutren una amplia red de relaciones continuas con aquellos que necesitan y aquellos que los necesitan; así es como influyen en personas sobre las que no tienen autoridad formal. También asumen la responsabilidad de convertir a su jefe, un miembro clave de su red, en una fuente de influencia en su nombre. Trabajar en equipo Una Líder de Equipo trabajó en estrecha colaboración con cada una de las personas de su grupo, que se encontraban durante la Pandemia repartidas por diversas localidades. Rara vez convocó una reunión de grupo virtual y solo una vez su equipo se reunió cara a cara. “En mi experiencia, las reuniones en línea o en persona suelen ser una pérdida de tiempo. Algunas personas hacen todo el parloteo, otras permanecen en silencio y no se hace mucho. Es mucho más eficiente para mí trabajar con cada persona y hacer arreglos para que se coordinen cuando sea necesario». (Esto porque no leyó nuestro blog: Reuniones Efectivas y a Distancia – de CANO MANAGEMENT ORGANIZACIONAL).- Sin embargo, resultó que pasaba todo su tiempo «coordinando», lo que incluía una gran cantidad de mediación en conflictos. Las personas bajo su dirección parecían estar constantemente en desacuerdo, compitiendo por los escasos recursos que necesitaban para lograr sus objetivos dispares y quejándose de lo que otros estaban o no haciendo. Demasiados Líderes de Equipo pasan por alto las posibilidades de crear un grupo de gestión que se convierta en un equipo de administración real y liderar a su gente como un todo. No nos damos cuenta que administrar las relaciones uno a uno no es lo mismo que liderar un grupo y que pueden influir en el comportamiento individual de manera mucho más efectiva a través del grupo. La mayoría de nosotros somos criaturas sociales que queremos encajar y ser aceptados, en este caso, como parte del equipo. ¿Cómo convertimos a las personas que trabajan con nosotros, (ya sea en un proyecto o de forma permanente), en un equipo real, un grupo de personas que están mutuamente comprometidas con un propósito común y las metas relacionadas con ese propósito? Para realizar un trabajo colectivo que requiere habilidades, experiencia y conocimientos variados, los equipos son más creativos y productivos que los grupos de individuos que simplemente cooperan. En un equipo real, los