Desafíos del Liderazgo en tiempos de pandemia

Sobre los modos de liderar en crisis inéditas Un artículo del Profesor Adrián ZorzoliLa Plata- Bs. As.- ArgentinaJunio 2020. [email protected] Es posible que en los últimos tiempos hayamos tenido experiencias que nos produjeran algún tipo de shock, preocupación, crisis, acentuación de los problemas, agotamiento psico-físico, así como también la revalorización de aquellas cosas que podemos considerar como esenciales, tener un hogar, nuestros vínculos o la vida frente a la amenaza de la propia enfermedad y muerte nuestra o de alguno de nuestros seres queridos. Si esto es así, confirmamos nuestra humanidad y el ser uno de los tantos ciudadanos de este mundo, que se enfrentó de manera individual y colectiva a la aparición de un virus que se convirtió en pandemia velozmente a escala mundial. Es posible que, frente a este escenario, hayamos quedado un poco aturdidos por este “estruendo silencioso». Apenas entrado el presente año, miles de millones de personas (aproximadamente 7.100 millones. Naciones Unidas 2019) nos enfrentamos a esta experiencia inédita para el planeta. La idea de un mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) que hasta el momento, para algunos, parecía más una definición teórica, se impuso en la realidad cotidiana y empezamos a vivirlo en “carne propia”. Esto produjo un “movimiento de piso” y una “pérdida de borde” donde se pusieron en jaque nuestros marcos de referencia por la aparición de algo sin contraste con otras experiencias. Las características de la enfermedad implicó la recomendación del aislamiento físico y social, con distintas variantes en cada país. En Argentina esto ocurrió de manera repentina y obligatoria a partir el 20 de marzo, después de crecientes contagios en los días previos. Esto implicó la disrupción de la cotidianidad, no ir a trabajar, no ir a la escuela, no ir a realizar compras o solo hacer las básicas y no encontrarnos físicamente con cualquier persona con la que no estábamos conviviendo. Nuestra pequeña humanidad se convirtió en nuestro mundo. El otro, una amenaza potencial para mí y yo una amenaza potencial para el otro. La información sobre Covid-19 empezó a sobreabundar en los medios de comunicación y empezamos a medir el impacto de la enfermedad a través de la cantidad de infectados, muertos y recuperados. No sabemos el alcance final que tendrá la enfermedad, sobre todo teniendo en cuenta que desde diferentes organismos, como por ejemplo la OMS, advierten que el impacto de esta pandemia se atenuará recién para el año 2021/22 y que hasta que no se descubra la vacuna preventiva, esto no terminará. El resultado es verdaderamente incierto y agobiante. Frente a este escenario de complejidad creciente, los líderes, como referentes, de la humanidad, las naciones, las instituciones, empresas o cualquier otra forma de organización humana, tienen una oportunidad de alto impacto, una misión fundamental en el logro de un nuevo equilibrio que permita recuperar la calma, aumentar la prevención para sostener la salud frente a la enfermedad y capitalizar los aprendizajes adquiridos a partir de las nuevas prácticas desarrolladas en este contexto. Entiendo por líderes a aquellos individuos que tienen la capacidad de influir en las personas, los equipos y las organizaciones para que estos logren alcanzar sus objetivos teniendo conciencia de las situaciones particulares y contextuales que se encuentran atravesando. Desde esta perspectiva, asumimos que los que ejercen roles de jefes, procuran convertirse en líderes ya que el poder que ostenta el cargo en una estructura organizacional, no es necesariamente sinónimo de liderazgo, pero sí representa un desafío y una invitación para alcanzarlo. En los ámbitos en los que se desempeñan, estos líderes, tienden a ser vistos por las personas que los rodean de una manera especial, son como un “faro que ilumina en los acantilados” “un punto de referencia en tierra”, muy necesario cuando se pierden los instrumentos de navegación convencionales en aguas turbulentas. Hoy, en tiempo de crisis, más que nunca se los observa de manera expectante, para ver cómo responden, qué hacen, qué piensan y cómo actúan, frente a este nuevo escenario de pandemia y su consecuente distanciamiento físico-social. Aprovechando esta visibilidad y su oportunidad de influencia, a continuación se describen algunas acciones que pueden ser parte de un plan de desarrollo para el líder y para las personas que tiene a su cargo, con el objetivo de superar esta adversidad que cursamos y en la medida que se pueda, salir fortalecidos. Autoconciencia y autodominio personal: Todo líder tendrá autoridad si demuestra que pide o recomienda algo que él mismo práctica. No alcanzará la palabra si no es acompañada por acciones que reflejen la coherencia entre el decir y el hacer.El conocimiento de sí mismo es clave para el auto-liderazgo, esto implica reconocer mi propia emocionalidad frente a esta realidad de la pandemia. ¿Qué me pasa a mí? ¿Cómo me afecta? ¿Qué consecuencias me trae? ¿Cómo gestiono lo que percibo como adverso?El autodominio emocional es fundamental para poder salir de la gestión de lo inmediato y poder reconocer todo el territorio, si esto fuera un campo de juego, ver el medio campo y el fondo. El mismo concepto se puede aplicar a la gestión del tiempo, el líder no se puede quedar anclado solo en el hoy, tendrá que advertir, o aventurar hipótesis sobre el mediano y largo plazo, aún en este escenario de total incertidumbre. Reconocimiento y aceptación de la realidad: Será necesario que el líder tome postura respecto a lo que considera lo más aproximado a la verdadera dimensión del problema, esto implica no minimizar, ni maximizar la realidad. Muchas veces queremos enfrentar lo adverso menospreciando lo que nos dispara emocionalmente y en este sentido todo lo que nos genere o les genere a los otros, es válido. En todo caso el desafío será tramitar lo que nos pasa, asumirlo y trabajar sobre esto.Por otro lado es virtuoso que el líder se muestre firme pero también vulnerable frente a una realidad en la que no tiene muchas respuestas. Es un desafío ayudar a los integrantes del equipo a que puedan gestionar la emocionalidad que resulta de la amenaza por