Fraternidad Organizacional
¿Es posible que las Organizaciones Motivadas por Ideales se estabilicen, crezcan y progresen con una lógica narcisista, egocéntrica, intolerante y de escasez? Hoy hablamos de la posibilidad de vivir la OMI desde la fraternidad, la abundancia y la integración Fraternidad: según el diccionario de la Real Academia Española, proviene del latín fraternĭtas, – ātis, y significa: 1.f. Amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales; 2.f. hermandad; 3.f. En los Estados Unidos de América, asociación estudiantil que habitualmente cuenta con una residencia especial. Juan Carlos Duque Ametxazurra, en un artículo de divulgación publicado en el año 2020, plantea: Libertad, Igualdad, ¿Fraternidad? Y dice: la Edad Contemporánea, según los historiadores, da comienzo con la Revolución Francesa – 1789 con su famosa máximaLiberté, Egalité, Fraternité– y llega hasta nuestros días. A lo largo de estos 231 años la libertad y la igualdad se han desarrollado, aunque de forma desigual, por casi todos los rincones del planeta. Durante el siglo XX grandes personalidades como el Dalái Lama, la Madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela, pusieron en evidencia que había que hacer presente, además, la fraternidad para llevar adelante sus ideales. Nuestro presente demuestra que aún queda mucho por hacer. Ser amigo de todos y hermano de los demás miembros de la entidad Cuando hablamos de Fraternidad, aspiramos a sentimientos nobles, que permanecen y, desde el afecto, buscan el cuidado del otro y de la comunidad. Al plantear ser amigo de todos, no nos referimos a alimentar las ventajas del poder o favorecer a quien conocemos o a retribuir favores. No. Nos referimos a que nuestro corazón esté realmente abierto a ayudar a todos, sin distinción. Como líderes, dirigentes o miembros de una Comisión Directiva, si aspiramos a construir nuestra institución desde la paz, la integración de diversas voluntades y, en definitiva, inspirar progreso, tendremos necesariamente que desenvolvernos con los demás como buenos amigos. Para ello, deberíamos saber y alentar el escuchar y comprender a los demás; perdonar de corazón sin guardar rencores y mucho menos querer vengarnos. Las organizaciones que están en el camino de la construcción de espirales virtuosos de fraternidad son aquellas que crean un entorno en el que todos trabajan por el bien de todos: dirigentes, beneficiarios y la comunidad. Claro, habrá desafíos y contratiempos, y la capacidad de los miembros del Equipo Líder y demás dirigentes para superar estos desafíos de manera que los ayuden a aprender y crecer es esencial para sostener la actividad en estos tiempos y en el porvenir. Puntos simples y clave a los que se debería aspirar con la Fraternidad Organizacional Las organizaciones sin fines de lucro sólidas ayudan a los beneficiarios menores de edad a sentirse seguros y protegidos; Las organizaciones motivadas por ideales fuertes tienen calidez y cuidado, buena comunicación, previsibilidad y profundas conexiones con otras personas fuera de la entidad o institución. Los Equipos Líderes que educan en el cuidado no egoísta de sus miembros, entienden que ello es una parte importante de formar una organización y comunidad fuertes. Es fácil: quien encabeza el Equipo Líder debe evaluar si las actividades de la entidad se están desarrollando en este marco. Si sí, vamos bien; si no, tiene la oportunidad de compartir este artículo a fin de proponer un cambio. Distinguir Fraternidad y “Amiguismo” Disculpe el lector si caemos nuevamente en diferenciar estos términos, pero creemos que el refuerzo ayuda a la planificación del próximo año. Cuando se habla de construir instituciones desde la fraternidad, suele confundirse el término con lo que en la jerga política se conoce como “amiguismo”. Al verlo así, el amiguismo en la construcción de una labor de bien público es, o debería ser, despreciado y en tal virtud, en el mejor de los casos, la “fraternidad” es dejada de lado cuando no atacada. Hoy en día una parte de la población reclama que todas las actividades, incluyendo a las Organizaciones Motivadas por Ideales, se desarrollen con transparencia y sin amiguismos; mientras que otro gran porcentaje toma como bandera la lucha y debate permanente contra el otro (no con el otro). En tal virtud, distinguir o plantear la necesidad de dejar de lado el amiguismo, pero seguir construyendo a las instituciones desde la fraternidad, resulta elemental. En una organización sin fines de lucro, lo primero a tener en cuenta por parte de la persona que lidera es que debe ser amiga de todos y hermano de los demás miembros de la entidad en la que despliega su vocación de servicio. Sin integración, incluso del divergente, no hay futura institución, por falta de creatividad y de visibilidad del iceberg que choca con el Titanic. El carácter voluntario, distintivo del sector, a veces no se abe ver, hasta el momento en que nos quedamos solos. Inspirar el espíritu Fraterno: Animarnos a Dejar un Legado desde la Integración Entonces, más allá de lo que nuestra experiencia o la voz popular nos dice sobre este tema ¿por qué la fraternidad beneficia o da ventaja al líder de una organización frente a la mezquindad imperante? La pandemia ha impuesto un ritmo de vida que se debate entre la visión monocromática del trabajo a casa y de casa al trabajo (virtual o presencial), y los vaivenes virulentos de la vida social, política y económica de una gran cantidad de países del mundo, que están cada vez más convulsionados. Los dirigentes, que todavía están distantes de los beneficiarios y de las actividades “normales y habituales”, expresan cansancio, desmotivación, algún amigo dirá: aburrimiento (cuando no abatimiento), de tanto tiempo en que la realidad que nos toca vivir tira para abajo. En este contexto, recordamos que somos finitos. Nuestro paso por esta tierra tiene vencimiento. Por lo tanto como dirigentes de una OMI estamos llamados a la grandeza, frente a la oportunidad de comportarnos como hombres y mujeres de honor, de gloria -incluso en las pequeñas cosas-; estamos convocados masivamente, más que nunca, a asumir un rol como el de los hermanos mayores de cuanta persona se