Sentido

Vivir una vida Organizacional con más sentido ¿La felicidad está sobre valorada? La idea que se “vende” que tenemos que perseguir la felicidad acaba jugando en nuestra contra y hace infeliz a las personas. Se ven mensajes constantes que dicen que una buena vida es una vida feliz. “Si persigues la felicidad tendrás más éxito, más amigos, más dinero”. Ante determinadas situaciones, convengamos, cuesta encontrar el sentido a esa manera de pensar. Muchas personas tienen una vida muy dura y claramente no pueden perseguir la felicidad. La mayor parte del tiempo, probablemente ni se describirían como felices, pues conviven con muchas dificultades. Eso puede decirse de muchas personas. Muchos lidiamos con algún tipo de sufrimiento. Los defensores de la búsqueda de la felicidad sin ir en profundidad parecen ignorar ese otro tipo de vida. Incluso quien padece de un “exceso de optimismo” parece decir a aquellos que no buscaban ese tipo de felicidad, que hacen algo mal. Psicología positiva Esta idea aplicada a las Organizaciones, una búsqueda de la felicidad organizacional superficial y permanente puede volverse en contra, porque al perseguir la felicidad de la OMI con tanto fervor en un querer “pasarlo bien”, se genera la expectativa que deberíamos ser “felices” así, por arriba, todo el tiempo. Y la cultura establece esa expectativa, cuando en realidad no se puede esperar ser organizacionalmente feliz todo el tiempo. Pues, como resultado, cuando la gente no es feliz en la OMI se siente infeliz. ¿Es un resultado algo irónico verdad? Esto hace que, de la mano de la fuente consultada en el día de hoy, Emily Esfahani, queramos ir más allá sobre la idea de la búsqueda constante de la felicidad organizacional y a fin de cuentas avancemos sobre el significado de una vida institucional plena y con sentido. Se presenta la idea de SENTIDO ORGANIZACIONAL como una alternativa a la idea de felicidad organizacional (entendida esta como meramente superficial). Se dice que ambos conceptos están relacionados, pero son entidades diferentes. ¿Qué diferencias hay entre el SENTIDO ORGANIZACIONAL y la Felicidad Institucional y que tienen en común? Ese tipo de distinción entre sentido y felicidad tiene una larga historia en la filosofía y más recientemente en la investigación en psicología. Muchos psicólogos y filósofos describen a la felicidad como un estado mental y emocional positivo. Si te sientes bien eres feliz; si te sientes mal, eres infeliz. Algo que viene y va. Es una emoción y las emociones vienen y van nos dice la filósofa Esfahani. Sentido Organizacional El sentido organizacional es algo más amplio, los psicólogos y filósofos definen una vida con sentido como algo que conecta y contribuye con algo que va más allá de uno mismo. Puede ser la familia, la comunidad, Dios o la religión, algo que trasciende a la individualidad. Algo a lo que contribuimos y que nos ayuda a darle orden a nuestra vida. Según la investigación referenciada las personas dicen que su vida tiene sentido cuando se dan tres condiciones: Cuando la vida es significativa y tiene valor; Encuentran en su vida un propósito, algo que las encamina hacia el futuro; Creen que su vida es coherente, que hay una cierta narrativa, cierta historia que engloba todas sus experiencias, incluyendo el sentido que le damos al mundo; hacen que la vida no sea aleatoria, sino que tenga sentido, que sea coherente. Tanto felicidad como sentido son algo bueno. Pero hay gente que dirige su vida a la búsqueda de sentido y gente que la dirige a la búsqueda de la felicidad. Y cuando esto ocurre, se hacen cosas diferentes. Si se le pide a un grupo de personas que haga cosas significativas, con sentido, hacen cosas como estudiar para un examen, visitar a un ser querido que estaba en un hospital o hacer horas en una asociación voluntaria. A otro grupo se les pide que hagan cosas que los hagan “felices”, entonces hacen una siesta, juegan videojuegos, se hacen una manicura. Se puede comprobar que son distintas las cosas que hacemos al estar motivados por un tipo de objetivo u otro. Nuestro comportamiento cambia. También hay cierto tipo de situaciones en las que coinciden Un cuarto de las personas de nuestro entorno, aproximadamente, pueden manifestar que su vida es feliz y con sentido; otro cuarto dice que su vida tiene sentido, pero no sabe si es feliz; otro cuarto es feliz pero carecería de sentido, y un último cuarto que dice que no se sentiría feliz ni vive con sentido. Lo que ocurre con quienes están en los grupos que persiguen una vida con sentido y felicidad, es que el hecho de ir tras el tipo de cosas que aporta sentido a su vida, aunque a veces suponga dificultades o estrés a corto plazo, acaban llevando a cierta sensación de felicidad. Cuando perseguimos la felicidad, dependiendo de los “bienes” que persigamos, ese bienestar nos aporta sentido. Pero cuando las personas se concentran en forma total en una cosa o en la otra, eso cambia completamente su manera de vivir la vida. ¿Crisis moderna del sentido? Si se observan las últimas décadas, vemos que casi todos los indicadores de enfermedades mentales han subido. Aparentemente, todos los valores vinculados con el sufrimiento han ido al alza. Las investigaciones estadísticas arrojarían que esta situación estaría motivada por la ausencia de sentido en un número importante de personas. No tanto por la búsqueda de la felicidad, y se intenta separar los dos factores. Se cree que es una distinción importante, porque a menudo cuando sufrimos o la gente a nuestro alrededor sufre, tendemos a pensar algo como “no te sientes bien, hagamos algo que te haga sentir bien, que te haga feliz (y punto)”. Pero la investigación lo que parece indicar es que sea cual sea el vacío que sentimos, lo único que puede llenarlo es el sentido de la vida. Si se piensa históricamente, esta crisis de sufrimiento, es una crisis de sentido. Antes, como muchas de las fuentes tradicionales de sentido, estaban en los cimientos de